lunes, 31 de mayo de 2010

Escuela

Parece que todos los latinoamericanos coincidimos en que el sistema de educación español es bastante… chafa, por no decir otro adjetivo que alerte a algún lector gachupín perdido por aquí. Resulta pues, que desde el principio nos dimos cuenta de que nos gustaban más las clases en nuestras universidades de origen, que nos gustaba más leer textos y debatir que escuchar al maestro leer diapositivas.

La actitud de los alumnos era otra cosa que hacía las clases diferentes. Algo sí que es cierto, en puntualidad y silencio en el aula puedo asegurar que nos ganaban. A nosotros se nos olvidan a veces esas ligeras cuestiones de respeto. La mayoría de los estudiantes, algo más tímida para levantar la mano, parecían estatuitas absortas frente al ordenador, sin siquiera voltear al profesor para responder a la pregunta “¿Ha quedado claro?”. Y no los culpo, si copiar en una hoja de Word las diapositivas de Power Point que el maestro va pasando en clase basta para estudiar y pasar en el examen entonces eso es lo que va. Y si no asistir nunca a clase y conseguir por otro lado los apuntes también basta, pues es lógico que también suceda con frecuencia.

Estudiar para un examen es algo que no hacía desde hace muchos años, y estudiar de la manera como la que tuve que estudiar para éstos tal vez nunca lo hice. Durante el semestre no tuvimos tareas ni trabajos, todo el proceso de estudio se condensó en los últimos días. Eso me hace dudar de la eficacia del sistema.
No estoy en contra de los exámenes, estoy en contra de que la respuesta a cuatro preguntas tenga un valor porcentual tan alto. No me parece que la suerte juegue para formar una calificación que debe reflejar todo un semestre de trabajo y estudio (o estoy mal en esto?). Lo que se califica aquí es una mezcla de buena memoria y suerte. La buena memoria asegura una buena calificación, y aunque la memoria tenga fallas con suerte las cuatro preguntas son sobre temas que sí se recuerdan.

Por si no fuera obvio a estas alturas de la entrada: Sí, estoy enojada porque no me fue bien en un examen. Arggg.

1 comentario:

  1. Qué cosas. No cabe duda que no todos los sistemas educativos son lo mismo. Pero una ley que sí aplica universalmente es: a mayor preparación, menor papel juega la suerte.

    ResponderEliminar