jueves, 28 de enero de 2010

Y nuestra casa se quedó allá atrás, allá adelante que iré a encontrar...

Fueron tres aviones y un camión para ver a Aranza. Aunque la mala salud se la debo a los desvelos de días pasados también les agradezco que por primera vez pudiera dormir profundamente en los estrechos e incómodos asientos de avión. Ni la carnicería y falsa sangre de Distrito 9 me pudieron quitar el sueño. Además, todo salió perfecto, y tanto que me daba miedo perder los vuelos! Desde la ventana del camión llegando a la estación central de Milán vi a Aranza cruzada de brazos por el frío, tal vez algo más cachetona pero la misma de siempre. Ahora me acomodo a su costumbre de fiesta por la noche, pero eso sí, la voy a hacer levantarse temprano mañana. Sólo dos días y tanto qué hacer!

2 comentarios:

  1. Nena!! que buenoo quee ya llegastee con bien a aquellos lugares!, por acaaa se te va a extrañar muchooo, hermosaa, ojalaa estes de maravilla! y no pierdas el contacto!, tqmm, estare al pendiente de tu blog ;)

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  2. gracias linda! y claro que no me olvido, para eso está este blog ;)

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